Photo by Urip Dunker on Unsplash, modify using GoArt/Fotor
 

(Inspirado por mis luceros, Inspirado por la melodía éphémère by Tony Anderson)


Cuando piensas en todo,
Y todo tiende a preocuparte,
Y piensas en el mar,
Aunque esas aguas tibias están lejos de tocarte.

Cuando estas cansado,
Ausente y ligero,
Y entiendes lo efímero de lo que te rodea.

Cuando una sonrisa te llega de repente,
De la nada, quizás por esa brisa cálida.
Brisa que acaricio tu rostro.
Tu rostro dulce y sereno.  

Y te miro, en ese momento.
En ese momento que deseo que sea lento,
Que sea eterno...

Y me cuesta el aceptar lo efímero,
De la simple belleza de ese momento 
que me permitiste navegar en tu mirada serena.

Y detesto sentir lo eterno que se sintió al verte llorar,
Aquella vez que las hojas nos arropaban al caer,
Y te consolaba diciéndote que sería pasajero.
Lo efímero de las cosas, explicada por un inexperto.

En medio de esta tormenta interna,
De este niño que nunca terminara de aprender,
De algo sí estoy seguro, y es de mi amor por vos, que es infinito, nunca efímero.


Carlos A.