PrĆ³logo

Me encontraba de viaje cuando escribĆ­ esta pequeƱa historia. PensĆ© que habĆ­a perdido la libreta, y de recuerdos hice un sumario. Ese sumario fue publicado en el 2010, aquĆ­ les dejo el link: La Estacion - version 2010. Hace unos meses, esa libreta que habĆ­a perdido la encontrĆ© mientras limpiaba unas cajas. Al leerla note que por alguna razĆ³n, la cual aĆŗn no recuerdo, habĆ­a escrito la historia en direcciĆ³n opuesta… del final al inicio… como si estuvieses leyendo un libro, moviendo las pĆ”ginas de izquierda a derecha. Entonces decidĆ­ publicarla completa; claro que con algunos cambios.  

Foto por: Carlos G.


A veces las personas tienden a mezclar recuerdos, experiencias, sueƱos, pesadillas… momentos. Unas de las cosas mĆ”s difĆ­ciles de llevar es ese sentimiento de arrepentimiento. O el pensar como hubiese sido todo, si las decisiones tomadas hubiesen sido distintas. Sin darnos cuenta de que el pasado ya pasĆ³, y que lo que importa es este presente y el ir dando forma a un posible futuro. El pasado estĆ” ahĆ­ para ayudarnos a entender, aprender y a crecer, no para atormentarnos.


Esta historia nos muestra la perspectiva de un ermitaƱo que se encuentra estancado entre sus Ʃpocas. Dedicado a sus negocios y a ignorar las seƱales que se les presenta. Y sobre todo a no apreciar las pequeƱas cosas. Sin saber que es realidad y que no, todo se desenvuelve en momentos del personaje, con un fantasma, ideas en su cabeza y a alguien, o algo, que es, o fue, importante para Ʃl.


En esta historia las escenas se desarrollan en lugares de mi imaginaciĆ³n, creados en base a ciertos recuerdos de mi paĆ­s de origen, con algunas notas de su historia polĆ­tica. De la misma manera tome ciertos nombres de calles y zonas de donde resido. TambiĆ©n describo ciertas edificaciones, y estaciones, de ciudades que he podido visitar.


Originalmente esta historia iniciarĆ­a en el mil novecientos ochenta y seis (1986) por una canciĆ³n italiana (“Liberi come il sole” de Massimo Di Cataldo). Pero para que la historia tuviese sentido necesitaba que la edad del protagonista en su presente (cualquiera que fuese) no fuera tan avanzada. AsĆ­ que movĆ­ la historia una dĆ©cada, al mil novecientos noventa y seis (1996) ya que la dĆ©cada de los noventa (90) tiene cosas interesantes, una de ellas es la historia de la llegada de los dispositivos mĆ³viles y los avances en las telecomunicaciones, lo cual es usado en una secciĆ³n del escrito.

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