Desde que tengo uso de razón he vivido una historia repetida en cuanto a los acontecimientos políticos, partidos y gobiernos de un país, como dicen muchos, “rico, pero mal administrado”.

Los tiempos pasan y si de algo podemos estar seguros es de que la República Dominicana ha avanzado en muchos aspectos: el comercio, acuerdos bilaterales, el turismo, el alcance de las telecomunicaciones; en este último punto algo curioso es que hasta el joven limpiabotas que trabaja en las calles de la  zona colonial posee un móvil de línea pre-pagada.

De la misma manera hemos crecido de manera superlativa en el sector corrupción en el ambiente político, y le llamo sector pues se ha convertido en una forma de vida y de negocio en diferentes áreas de la sociedad. Esta desafortunada condición es una de las razones por el cual el nivel de delincuencia sigue aumentando; amenazando  las calles de las distintas regiones de la media isla, afectando el bienestar de los ciudadanos. Esta no es una condición única, ya que muchos países latinos estan pasando por la misma situación.

Por mucho tiempo pensé el no escribir algo como esto simplemente porque trato de evitar los temas que son políticos, o rozan dicha tecla, debido a los diferentes puntos de vista, las distintas interpretaciones, las opiniones fuera de lugar y mal intencionadas; y además de que podría ser visto como una crítica estrictamente negativa y con intención de hacer daño. Pero llegan esos momentos en la vida de cada quien en las que no se puede continuar en el anonimato y hay que tomar acción para lograr un cambio positivo, tomando en cuenta no el bienestar propio, sino el de los demás, especialmente si se usan métodos pacíficos como es la didáctica.

Muchas veces para ir hacia delante debemos primero ver nuestro pasado; aprender, educarnos, pues viendo las cosas que no se hicieron bien nos muestran pequeñas acciones que si se ejecutan como un conjunto o de manera progresiva a través de un período determinado pueden marcar una época importante que lleve a un futuro productivo y fructífero; un cambio.


Somos humanos, y está en nuestra naturaleza cometer errores. De esa misma manera, una de nuestras más interesantes características es el poder que tenemos para levantarnos y continuar hacia adelante y hacer lo posible para mejorar nuestra condición individual y colectiva.

Dijo el filósofo Platón una vez: “A vosotros (políticos) os hemos formado en interés del Estado tanto como en el propio vuestro, para que seáis en nuestra República nuestros jefes y vuestros reyes”.


El mismo filósofo también dijo:
Allí donde el mando es codiciado y disputado no puede haber buen gobierno ni reinará la concordia”.


Entonces retomando mi comentario de que la corrupción se ha vuelto un sector de negocio, una costumbre, una cultura; y me pongo a pensar qué nos ha llevado a este presente. Creo q hay mucho valor en el estudio de nuestra historia. Observando los errores del pasado, denunciando los que ocurren en este presente puede llevarnos a generar cambios y mejoras en nuestros ideales, procedimientos, profesionalismo y hasta pulir un poco nuestro sentido común, conduciendonos a un futuro mejor con mejores:

  •     índices de educación,
  •     respeto por la propiedad ajena,
  •     respeto por los bienes gubernamentales y de la sociedad,
  •     respeto por el manejo de impuestos,
  •     respeto por los recursos naturales llevándonos a una mejor administración y cuidado de los mismos,
  •     respeto por nuestra identidad como nación,
  •     respeto por las leyes.
Siento una gran admiracion por verdaderos ARTISTAS dominicanos, y deseo citar una de las canciones del canta-autor Juan Luis Guerra, llamada “Apaga y Vámonos”, donde aquí presento un resumen de las frases que resuenan en mi cabeza:

Ay!!Ay! cariño,
La cosa que yo estoy viendo como la explico.
Apaga y vámonos que es lo mismo. 


¿Qué hacemos con la sordera y con el cinismo?

¡Lo mismo otra vez! 

¿Qué hacemos con la conciencia del entendido?
¿Cuántas palomas volando hacen un nido? 
La misma ignorancia, el mismo ballet. 
Nos sobra la clave, bailemos un son. 

Con tanta necedad dan ganas de llorar, ¡si hombre! 

¿Qué hacemos con los que ofrecen villa y castillo? 
Apaga y vámonos que es lo mismo. 

La historia recicla, nos queda la fe. 

Apaga y vámonos 
Los hombres buenos donde se ven. 
Los hombres dignos donde se ven. 
Los hombres nobles dónde se ven. 

Esta frase “la historia recicla”, cuanta verdad hay en ella. Por qué nos repetimos? por qué olvidamos los que nuestros pasados líderes han hecho con nosotros? los pocos que han hecho bien y los muchos que han hecho mucho mal?

 Así, ya dejando los preámbulos quiero llevarlos a un viaje en el tiempo sobre los líderes de la República Dominicana, resaltando algunos de ellos que se dejaron llevar por la ignorancia, el amor al poder y las riquezas y olvidaron su papel de líderes de una país:


Pedro Santana:
Un caudillo que gobernó la República Dominicana al inicio de la nación. Fue un Presidente que participó, junto con su hermano, en importante batallas, pero sus motivos no siempre estuvieron alineados con los ideales de un país que nacía. Ejecutó muchas acciones en contra de los “Padres de la Patria”, Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario, Ramón Mella y otros valientes dominicanos. Mandándolos al exilio y hasta ordenando el fusilamiento de Francisco Del Rosario Sánchez (y su hermano) en el 1861, quien fue el precursor del movimiento restaurador. 

Mas sin embargo Santana fue presidente de la nación en varias ocasiones, tratando de anexarla a Estados Unidos y finalmente lográndolo con España. Lo cual gracias a valientes dominicanos, que llevaron el movimiento restaurador, se pudo recuperar la individualidad del país. 

Manuel Jimenez:
Uno de los presidentes que gobernó entre las salidas y entradas de Santana al poder. No permitió el regreso de ciertos trinitarios, aunque les dio amnistía general, asumo como una acción para ganarse el agrado de ciertos sectores sin hacer realmente lo que era lo justo. Una nueva invasión del pueblo vecino dio la oportunidad a Santana para tomar las riendas nuevamente de la nación. 

Buenaventura Báez:
Personalmente considero a este presidente como uno de los personajes más importantes de la joven nación, de los cuales hoy por hoy podemos ver tantos políticos con la misma “integridad” del Sr. Báez.

El cáncer de su forma de liderar a la República Dominicana todavía sigue con nosotros y es algo que debemos eliminar de nuestro ADN. Sus gobiernos se caracterizaron por corruptos y gobernar en beneficio de riquezas, siendo uno de sus actos más destacados el cometido en el 1857 cuando compro con moneda inorgánica la compañía de tabaco que luego vendió. Logró la ruina de muchos y una inestabilidad económica.

No solo fue corrupto, si no que intentó anexar la nación cada vez que vio la oportunidad. Este presidente carismático y con excelentes mecanismos, como la demagogia, con un verbo para manipular a la masa campesina; Intento entregar el país a Francia, Estados Unidos y España.

Buenaventura Báez fue presidente en 5 ocasiones, permaneciendo por más de 15 años al frente del país. 

Manuel de Regla Mota, Jose Desiderio Valderde, Jose Antonio Salcedo:
Nuevamente podemos ver como la historia se repite, pues hoy por hoy podemos ver dicho comportamiento en muchos de los políticos de nuestro tiempo.

Si bien es cierto que durante la primera República cabe la posibilidad de que debido a todos los cambios y malas administraciones que llevaron a problemas financieros, muchos podrían pensar que la nación estaría  mejor bajo el mando de una de las potencias extranjeras; es así mismo difícil de entender (al menos para mi) como los caudillos y líderes de esos tiempos, los cuales participaron en importantes batallas para liberar nuestra parte de la isla de la dominación de nuestros vecinos, insistieron tanto en perseguir la idea de la anexión y además volverse oportunistas, que en el proceso realizaban acciones corruptivas para desfalcar a un país que nacía.

Gaspar Polanco, Pedro Antonio Pimentel:
Personas que apoyaron el movimiento restaurador y que tomaron la presidencia por corto tiempo.

Vemos los primeros indicios de personajes políticos que ejecutaban su labor, su trabajo de jefes de Estado de la República Dominicana. Sin embargo, tomaron el poder de manera provisional y fueron derrocados por otros partidarios de los caudillos.

Nuevamente vemos el patrón, como dije anteriormente, ese cáncer que debemos buscar la manera de eliminar de la carrera de las ciencias políticas en nuestro país si deseamos tener un periodo positivo y reducir la corrupción que actualmente preocupa, abruma y aterroriza al ciudadano actual.

José María Cabral:
Consuegro de Buenaventura Báez, fue presidente provisional y luego Báez tomó nuevamente el poder. 

Pedro Guillermo:
Tomó el poder pero chocó con otros mandatarios. Quizás por su forma diferente de actuar o ver las cosas, o por el hecho de ser baecista y querer que su caudillo volviera a la presidencia. En uno de sus movimientos en contra del gobierno de Cabral fue apresado y juzgado lo cual concluyó con su fusilamiento. Su hijo Cesareo, fue condenado a la misma pena pero el ser menor de edad lo salvó de ser pasado por las armas.

Lo curioso de esto es que Cesáreo hijo, años después, se convierte en presidente de la República como líder del Partido Rojo (partido baecista). 

Ignacio María González:
Fundador del partido verde. Anula el acuerdo de Báez con la Samana Bay Company recuperando la bahía. Pero presentó un decreto para impedir que Cabral, Luperón y Pimentel volvieran del exilio (los héroes de la restauración). 

Gregorio Luperón Y Fernando Arturo de Meriño:
Gobiernos de cierta paz, libertad y progreso. Luperón logró que se llevarán elecciones limpias las cuales fueron ganadas por Fernando Arturo de Meriño. El cual gobernó con ideales dominicanos y con el ejemplo produciendo cierto avance en el país. 

Billini:
Asumió el poder en el 84. Y en su corto gobierno las libertades públicas fueron respetadas al máximo. Fue un intento de democratizar el país, lo cual lamentablemente fracasó, como también pasó durante el tiempo de Ulises Francisco Espaillat (Espaillat es considerado como uno de los políticos dominicanos más honestos). 

Ulises Heureaux:
Fue presidente en 2 ocasiones. 1 de ellas por 12 años (1887 – 1899). Su mandato se puede considerar dictatorial. Se unió a las filas restauradoras y estuvo bajo el mando y protección de Gregorio Luperón, al cual luego traicionó. Manipuló a todos para obtener apoyo y fuerza política y llegar al poder y hacer con él lo que se le antojase, líquido los principios democráticos, favoreció a la corrupción y quebró al país. Una y otra vez utilizó el fraude electoral. La “estabilidad” que reinaba el país estaba dictada por métodos de coacción que contemplaban detenciones, destierros y asesinatos para aquellos que se oponían al gobierno.

Como presidente tomó prestamos extranjeros que nunca pagó, endeudando el país. Fue asesinado en Moca en el 1899 por un grupo organizado por Ramón Cáceres, Jacobo Lara y Horacio Vázquez. 

Bolos y Coludos:
Dos caudillos, Juan Isidro Jiménez y Horacio Vásquez (sus seguidores también llamados horacistas), que se compartieron el poder luego de la muerte de lilis (otros presidentes surgieron, pero estos dos líderes fueron los mas destacados durante esa época).

Durante sus períodos surgió la primera invasión estadounidense en el territorio dominicano (1916). Tema de conversación para otra ocasión.

Durante la invasión, en el 1919, murió Jiménez. Vásquez volvió al poder en el 1924, el cual podría decirse que fue cierto colaborador con los "gringos" teniendo el agrado de ciertos sectores de apoderada nación, y así mismo volvía RD a manos dominicanas; aunque los ingresos aduaneros seguían siendo de los Estados Unidos siguiendo el tratado firmado entre ambas naciones el 27 de Diciembre del 1924. Esto causó cierta fricción entre ambos países hasta que este tratado fue revocado por el tratado Trujillo – Hull en el 1940 donde se acordaba que RD pagaría la deuda externa, mientras que los Estados Unidos devolverían las aduanas bajo el control Dominicano. 

Rafael Leonidas Trujillo:
Subió al poder en el 1930. Unas de las más fuertes dictaduras de Latinoamérica. Muchos recuerdan (o han leído) sobre los tiempos de Trujillo. Y aunque es conocido como dictadura muchos otros claman que el país estaba mejor cuando éste gobernaba la nación.

Pero no se debe ignorar la fuerza militar, control de prensa, nepotismo, asesinatos y el monopolio comerciales que ocurrieron sobre su mandato. Acciones, que así como Báez dejó un cáncer de robo y corrupción, Trujillo dejó además un aire de abuso de poder quedado en la cabeza de los cuerpos castrenses que utilizan la milicia o las fuerzas policiales para su antojo, haciendo que la sociedad en vez de confiar en ellos, más bien le teman.

Su forma de gobernar llevo al complot que acabó con su vida en el 1961. 

Personajes como éste, presente en las historias de muchos paises, han afectado la forma de respetar las leyes, respeto al ciudadano, respeto a la mujer, respeto por la educación, la moral y la cívica.

Así que para ellos que lo creen, es bueno ver la historia y saber que un nuevo Trujillo no beneficiaría al país, más bien aterrorizaría a los ciudadanos y nos atrasaría como nación afectando no solo la forma de vida interna, si no también las relaciones diplomáticas y acuerdos con las naciones extranjeras. 

Conclusiones:

Los que nos llevan a tiempos más cercanos donde algunos de nosotros vivimos o conocimos por familiares. Los tiempos aquellos donde otros líderes encabezaban los partidos que todavía existen en el país. Políticos como Peña Gómez, Juan Bosch, Joaquín Balaguer, de los cuales podemos decir muchas cosas. Muchos fieles a su liderazgo, sabiendo que al menos uno de ellos afecto y maltrato negativamente al país; usando ciertas tácticas de sus predecesores  y afectando ciertos bloques básicos de todo país, como es el de la educación, pues bien es cierto es más fácil gobernar a un pueblo ignorante.

Muchos de sus seguidores que han continuado los partidos actuales (muchos de ellos en la actualidad con fuerzas divididas, y no por principios o moral, si no por intereses propios y ambición de dinero y poder) han continuado con el mismo camino. Y mientras tanto hemos visto un descuido a la administración pública  y el cuidado de un pueblo, llevándonos a una actualidad de aumento de uso de armas, aumento del tráfico y consumo de drogas, desempleo, delincuencia en las calles, nepotismo y favoritismo, y la lista sigue y sigue.

Lo que nos lleva a pensar que podemos hacer? que nos hace reincidir? Me niego a pensar que el dominicano no es capaz de ejercer las ciencias políticas sin pensar en enriquecer su propio bolsillo. Que no se entiendan que los líderes son colocados por y para el pueblo, que no estamos para tiempos de dictaduras o caudillos.

Por que no podemos ir a nuestro patricio, JUAN PABLO DUARTE, y recordar esos valores… siempre han estado ahí para nosotros los dominicanos, desde que la República nació. Recordemos algunas de sus frases:

  •     “Hay palabras que por las ideas que revelan llaman nuestra atención y atraen nuestras simpatías hacia los seres que las pronuncian”.
  •     “Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos”.
  •     “El Gobierno debe mostrarse justo y enérgico…O no tendremos Patria y por consiguiente ni libertad ni independencia nacional”.

Es tiempo que surja una revolución de conciencia, un movimiento de educación, un movimiento de deseo, de mejoría que se coseche de tal manera que podamos ver los frutos a medida que pasen los períodos políticos y que surja un tiempo realmente de paz, donde el ciudadano tenga más confianza en el gobierno y en los cuerpos castrenses sabiendo que pueden salir a la calle sin temor que serán asaltados, raptados, violados o asesinados; muchas veces por objetos de poco valor, como un móvil o prenda. Es necesario un cambio que proteja a la clase media en vez de abusarla, pues esta es la que mantiene el equilibrio económico.

Y parte de este cambio es nuestro derecho de elegir nuestros gobernantes de manera sincera, sin pensar en favores o beneficios pendientes. Es tiempo de volver a creer en el proceso electoral y entender que es un derecho y no debe ser usado o vendido por valores efímeros, promesas que carecen de fondo y de realismo. Es tiempo de exigirle a los candidatos proponer un plan de gobierno que no esté condimentado de tantos favores pendientes, que presente un equipo de gobierno con preparación y experiencia en distintas áreas que promuevan la confianza y sobre todo el avance y que poco a poco se vaya reduciendo los “huacales de botellas". Es tiempo que surjan candidatos que deseen hacer la diferencia y quieran igualarse a los personajes de la historia que si querían un cambio positivo.

Es tiempo de tomar ejemplo de otras naciones y de finalmente oponerse a las re-elecciones sin fin y respetar la constitución, el cual no es un papel de baño y no está para ser cambiada cada vez que se plazca o convenga. Debemos matar ese cáncer que lleva a las dictaduras, caudillos, corrupción gubernamental. Un presidente no debería gobernar más de 2 períodos, dejando que sangre nueva aporte su grano de arena; que los candidatos realmente tengan que esforzarse para ganarse la confianza del pueblo. Personas que ejercen posiciones políticas (presidentes, senadores, síndicos, diputados, etc) deben ser personas conocedoras y estudiadas en materias que eleven la calidad de los gobiernos, pues la popularidad es parte del juego, pero no lo es todo, pues no se lleva las riendas de un país con un juego de dominó, una cerveza y un puerquito asado en la esquina o en un playa, mientras se oye buena música. El llevar las riendas del país lleva muchas responsabilidades y conocimientos financieros, leyes, estado, moral, cívica, estrategia y otras ciencias.

El camino al cambio no es fácil, pero tampoco es tan difícil. Quizás el primer paso puede ser tedioso… pero nos tenemos los uno a los otros. Ya basta de tanta mediocridad, pues la media isla tiene el potencial de ser uno de los territorios más importantes y con porcentaje de crecimiento si nos lo proponemos. Los recursos están al alcance y con una buena implementación y un trabajo honesto y continuo se puede influir no solo para un cambio interno y nacional, si no un cambio positivo para toda América Latina.

Hagamos nuestra lista, y alcemos nuestra voz para que sea escuchada en todo los niveles del poder del estado (Ejecutivo, legislativo y Judicial).

El presidente de una nación, junto a su grupo de gobierno, trabajan por y para nosotros. Y los grupos derechistas e izquierdistas estan para ayudar a la nacion y colaborar. 

Es tiempo de que todos empecemos a trabajar unidos para un bien común.