Dice la leyenda que Helios y Selene estaban enojados luego de una fuerte discusión y al llegar la noche ella mando a callar a las estrellas alegres. Estas asustadas detuvieron su titileo y dejaron al cielo a oscuras mientras Selene pintaba su tristeza con su cuarto menguante.

Helios duro semanas escribiendo su mejor rayo de luz para causarle el cosquilleo y volverle la alegría a ella, su amante. Y así en pleno plenilunio alumbro las aguas del mar y las estrellas jocosas salieron a jugar. 

Carlos A.