Ayer me encontraba en un Sábado de un verano que se sentía tímido y quería parecerse a su hermana, la primavera, con brisas que asustaban al calor y un cielo triste que lloraba de cuando en vez. Te pensé una vez.

Me encuentro hoy en un domingo caluroso, en estas tierras hermosas y lejanas de ti, este lugar que puedo llamarle mi hogar. En estas tierras que el clima cambia en un pestañeo y se aprecia cada tiempo del año; mas sin embargo se siente que todo pasa volando… te pensé por segunda vez.

Sentado en este restaurant, cerca del lago, siento este sol que le da calor a mi piel y mi mente se levanta y sale a dar un paseo con la humedad de este ambiente apreciado que se manifiesta en el leve sudor de mi frente. Y así, nostálgico, la alegría y la rabia se pelean de momento en mi pecho con la visita de tu memoria.

Cinco años han pasado, visitas esporádicas, cortas. Tantos pasos, tantos mares entre nosotros. Todavía piensas en mí, todavía me quieres igual que antes? Te trae los mismos anhelos, las mismas ganas esos recuerdos de nuestras noches cuando te hacía creer que era todo un hombre lleno de experiencia mientras recorría tu cordillera, tus Colinas y montañas hermosas; celestialmente esculpidas… admiradas por tantos, envidiadas por otros.

-    hum… - musito mientras me doy el primer bocado, arqueo mi ceja derecha mientras noto que  la comida se encuentra un poco fría. El apetito se encuentra ausente. Continuo escribiendo:

También recuerdo noches de esas románticas bajo cielos estrellados donde mencionaba frases como:
“Te quiero en mi espacio, persuadirte y causar que te acerques sin que notes que te lio”.
Eras mi cómplice y el agua salada, tibia, acariciaba los pies de nosotros, en ese tiempo las miradas intercambiadas eran más que afables, eran de amantes… y ahora apenas conocidos. 

altos de chavón
-    Sr. , su café.
-    Gracias – respondo desenfocado.

El joven mesero, de pelo arrubiado y de alta estatura que no debía tener más de veinte años, me hace volver a mi realidad,  en esta que no estamos juntos y que solo oigo cosas de ti, algunas buenas otras no tanto. Las burlas sobre ti de esos, aquellos, me dan nauseas.

Tú, ahora siempre lejos y quizás así será por lo que nos queda de vida. Esta situación que te hiere a ti, que ya me mató una vez a mí, y aquí, en mi segunda vida, sigues presente en tu ausencia.

Recuerdo esas noticias que vi en los diarios; esa fama que desde hace tiempo te arropa y no te deja vivir, todo ese veneno que se ha puesto en nuestro camino. Solo me queda imaginar tu actitud ante toda esta situación. Tú, siempre estática, perdida, paciente, siempre bella; donde muchos de los que crees tus amigos te siguen pisoteando, maltratando, criticando; siendo solo un grupo de malagradecidos, olvidadizos, engreídos. Otros, como yo, que claman quererte pero se dan por vencido y  te abandonan. Entonces, qué te queda… qué te queda?

Espera, solo espera “amor de siempre”. Nuestro Noviazgo quizás no tiene fecha de expiración, aunque tal vez tampoco boleto de viaje comprado, hacienda de nuestro amor uno de esos que se mantienen a lo lejos, platónico. Será que sigo buscando a eso que le llaman destino?; uno que al parecer ya tu no estas presente en él.

Quizás estoy lleno de mierda…me excuse por mis letras. Aunque sé que eso no te importa, siempre me has entendido y no importa lo que pase siempre me has apoyado, como lo hiciste cuando me fui; dándome los regalos de tu risa, tristeza, merengue, historia, Amistad, familia, todos marcados en mi piel; plasmados en las palabras no mencionadas.

-    sr. es la última llamada para la cocina, desea algo más?
-    Un poco más de café, por favor.  – le respondo mientras noto una expresión de sorpresa en los ojos de este joven mesero. Habrá sido por la hora? Que más da… que venga su inconformidad y que venga el insomnio.

Entonces míranos, entre mis expectativas y tu realidad; que sumados se restan dejando todo en cero y la ironía y el veneno de terceros, que suelen llamarse tus hijos, otros tus hermanos y unos cuantos tus aliados… esos imbéciles que lo que terminan hacienda es jodiendote la existencia.

Y mientras tú, siempre bella, pero cada día que pasa se va poniendo un poco más gris tu porvenir.


-    Sr, perdóneme pero tenemos que cerrar.
-    Ya. La cuenta por favor – musite.
-    Aquí la tiene

Le sonreí mientras sacaba la cartera. Y en mi pensamiento te dije “buenas noches”. 


Explicación:
Quise escribir algo relacionado cuando sientes nostalgia de ese lugar que dejaste atrás, usualmente tu lugar de origen, ese que consideras tu hogar y que, en ciertas ocasiones,  está pasando por momentos difíciles.

Pero quise escribirla de una manera que el lector, no lo viese tan fácil, que sintiera solo un poco de confusión y no supiera al principio si se estaba tratando de su amante del pasado o si es sobre otro asunto.

Al mismo tiempo quería evitar hacerlo muy largo y no solo ponerlo desde mi punto de vista; así que entreviste a otros tomando su sentir prestado.

Vale decir que este escrito empezó como una canción, mientras tocaba una melodía con mi guitarra y luego tuve tanto que decir, tantas palabras que termino en una historia cortita y así aproveche para incluirla en las “Historias del Inmigrante” que se encuentran en mi blog.

Espero que les haya gustado, cordialmente,

Carlos A.