Con la acuarela se ha ensuciado este lienzo ya no marginado,
Sino encaprichado,  “acolorado”.

Acompañado de esa fuerza y la calma que es su amante,
Complementando esta pinta, esta cita con el rocío añoñado
Que acaricia las hojas enverdecidas de una esperanza contagiosa.

El “diente de León” que baila con la brisa delicada decorando el panorama.
La misma brisa que acaricia tu falda emplumada
y tu canto contagioso captura la atención de aquellos que van de paso.


Explicación:
La primavera ya casi termina pero todavía se sigue sintiendo el clima de dicha temporada aquí en este pais hermoso en el que vivo. El verano no ha querido entrar todavía.

El corto texto relata mi camino al trabajo en una temprana mañana donde el sol (la fuerza del segundo párrafo) y la calma (la luna) todavía se podían ver en el cielo despejado. El verde de la hierba y de los árboles por el camino que tomaba esa mañana era digno de admirar.

Pude capturar una hermosa ave (de la cual todavía desconozco su nombre) que se encontraba sobre la hierba verde y cerca de dientes de león (representado por la florecita dibuja detras del ave). La brisa movía ligeramente las plumas de dicha ave y la misma cantaba.

Le tomé la foto con el movil y luego decidí pintarla (decidí poner aqui mi dibujo en vez de la foto original), luego de pintarla recordé un merenguito del famoso Juan Luis Guerra, eso luego me trajo más recuerdos del país que me vio crecer y todo eso me llevó a escribir estas letras.

Pude haber escrito más, pero creo que en su simpleza esta pieza transmite cierta calma y buena vibra, porque a veces es bueno sentir y vivir lo bueno que está a nuestro alrededor y dejarse contagiar por ello.

Espero que les haya gustado.


Carlos A.