Cuenta la historia de que su noviazgo con el día no terminó bien,
y decidieron poner horas de distancias para  aliviar su dolor;
mas en las noches como esta recuerda lo no dicho y se compincha con ella para mostrar su capricho.


Tan pronto mostró su carita
El viento acaricio las ramas ahitando los sentidos de la luciérnaga ya alborotada,
causando el canto del búho prisionero; que  pedía olvido acarreado en un vaho anestesiado.

Ella, que en otras ocasiones, en otros lugares, ha traído el cálido aroma de un rocío,
Hoy se viene con un golpe glacial, astillando la marea, volviéndola sumisa... tranquila.
Será que tu desconsuelo te ha hecho olvidar la espera del rosal?

Hoy la miro, debajo de un tragaluz, sintiendo como me protege de la cerrazón que me rodea,
o será del eclipse en mi pensamiento?
O será que está al acecho de que salga de mi refugio; para enviar a su aliada a que erice la sábana que me cubre con un beso eterno.



Carlos A.